martes, 26 de julio de 2016

De Pokemon Go

Yo soy de la generación de Marco, Heidi y Mazinger Z. Si, las series de verdad! un carajillo buscando a la mamá con un mono pulguiento sobre su hombro. Una niña huerfana que  se va a vivir a los Alpes con su abuelo amargado. Y un robot que destruía las ciudades cada semana...para salvarlas claro! Esas eran series de verdad... series para machos alfa espalda peluda.

Una serie de un carajillo que busca un montón de animales para meterlos en unas bolas y luego ponerlos a pelear...eso no es para mi. Y un juego de realidad aumentada que se base en eso? MENOS!

Es mas, yo pensaba que los que jugaban eso eran inmaduros gamers sin vida social. Un tren de vagos que no tenían algo mas provechoso que ir a buscar estúpidos animales de caricatura en la sabana. Hasta que hablé con Fabian. Un mae de poco mas de 40 años que me preguntó "como le va con Pokemon mae" No podia creer que estaba hablando de eso en una mesa de tragos entre un grupo de adultos. Pero fue tal el entusiasmo y sobre todo, la historia de como él, su esposa y sus hijos van persiguiendo y cazando Pokemones, que me hizo bajar el juego, y probarlo en un paseo con mis hijos al día siguiente. Y me atrapó el hp juego...

Cuando llegué a recoger a mis hijos y les conté que además de pasear, íbamos a ir a cazar pokemones, se me quedaron viendo con una mezcla de incredulidad y entusiasmo. Me explicaron brevemente la dinámica del juego y fuimos a probarlo dando una vuelta al barrio. Fue mas lo que caminamos, y fue mas lo que hablamos, que lo que conseguimos en el juego, y ahí me di  cuenta que ese es el verdadero fin del juego.

De camino al paseo, íbamos atentos a la carretera y al juego buscando bichos, y me explicaron aun más sobre el origen del juego. Yo no ví, y quizás no vea un solo capitulo de la serie, pero no me  hace falta. Ya mis hijos me  pusieron al tanto. Conversamos, buscamos y cazamos bichos.

Hoy, solo, atravesé San Jose buscando y cazando para tener bastantes para ganarles a ellos. El fin de semana que los vea, fijo voy a salir a buscar mas bichos con ellos. El Parque de la Paz, La Sabana, no sé. Pero una actividad más tengo para poder estar con ellos. Y la verdad, me gusta el pendejo juego este.

Hoy me importa un pepino si dicen que los que jugamos esto somos unos vagos, o si eso es una idiotez. Es algo que entretiene. Que no hace daño. Que está poniendo en movimiento a toda una generacion que solamente jugaba frente a un monitor, y hoy están en las calles, caminando, compartiendo, socializando, divirtiéndose.

Hoy ya quiero que sea domingo para ir con mis hijos a buscar bichos por ahí. Para ver si ellos tienen mas que yo o si  yo les estoy pateando el... perdón, si les voy ganando.

Si usted tiene hijos, baje la aplicación, y vaya con ellos, sólo una vez. No se va a arrepentir.

Incluso, me cuenta mi gran amigo Gabriel, que el domingo él y su esposa, pasaraon un gran rato en pareja, buscando animaluchos de éstos.

Resumiendo, si me va a decir vago, o tonto, o lo que sea por jugar Pokemon Go, hágalo. No me importa. Me gusta, y con mis hijos o solo, seguiré haciendolo. Es algo que tiene a mucha gente caminando, sonriendo, compartiendo. Hace mucho no veía eso.

Y ya...

domingo, 3 de julio de 2016

Solo por sus ojos

Anoche nos vimos. Reímos, hablamos, planeamos. Sólo por sus ojos, sin palabras sabía que sentía. Yo sin palabras, se lo dije. Como siempre, pensé en huir. La vi, y decidí quedarme. A pesar de las diferencias. A pesar de todo. Sólo por sus ojos.

Luego, de repente... como siempre... desperté.

Microcuento